A continuación te damos algunas alternativas que puedes intentar:
Procura que haga ejercicio
Si ya gatea, trata de estimularlo para que se desplace de un lado a otro. Si todavía no gatea, trata de que mueva de arriba abajo sus piernas: cuando esté acostado sobre su espalda, mueve suavemente sus piernas hacia adelante con un movimiento circular como si estuviese pedaleando en una bicicleta.
Masajea su pancita
Debajo del ombligo, a unos tres dedos de distancia, ejerce una presión suave pero firme con las yemas de los dedos. Presiona hasta que sientas una firmeza o una masa. Mantén esa presión suave pero constante durante unos tres minutos.
Cambia la marca de la fórmula
Si alimentas a tu bebé con leche de fórmula, pregúntale al pediatra si puedes cambiar de marca.
Cambia el cereal
Cambia el cereal de arroz a cebada o a avena, o agrega puré de frutas o verduras a su cereal habitual, cuando tu bebé esté listo para ello.
Aumenta su consumo de fibras
Una vez que tu bebé esté comiendo varios alimentos sólidos, consulta con el médico si puedes aumentar el consumo de fibras agregando una cucharadita de salvado a su cereal. Reduce los alimentos que favorecen el estreñimiento como el arroz, las bananas y las zanahorias cocidas, y trata de mezclar su cereal con un poco de jugo de manzana o ciruelas o algunas cucharadas de puré de ciruela, o pera para estimular la evacuación.
Dale más líquidos
Aumenta la cantidad de líquido que toma tu bebé para ayudar a mantener blandas sus heces. Si tu pequeño tiene más de 2 meses, comienza dándole 1 onza (30 ml) de jugo de ciruelas diluido en 1 onza (30 ml) de agua, dos veces por día. A medida que su estreñimiento empiece a mejorar, puedes irlo reduciendo. Háblalo primero con el pediatra si tu bebé es menor de 2 meses.
Consulta sobre de las opciones de tratamiento
Pregúntale al pediatra si puedes usar un ablandador de heces de venta sin receta médica para facilitar sus evacuaciones, pero nunca le des un laxante sin la autorización del médico.
El pediatra también puede sugerirte que pruebes con un supositorio de glicerina si es que el bebé tiene un fuerte estreñimiento. El supositorio le estimulará el recto y lo ayudará a expulsar las heces. Si bien no hay ningún problema en que uses un supositorio de vez en cuando, no lo hagas de manera habitual, dado que el bebé podría generar una dependencia hacia ellos en el momento de evacuar.
Aplícale loción de aloe vera en la zona afectada
Si tu bebé está expulsando heces duras y secas que lastiman la delicada piel que rodea la abertura del ano (observarás unas pequeñas lesiones que se llaman excoriaciones o un poco de sangre), aplícale loción de aloe vera en la zona para ayudarlo a sanar. No te olvides de mencionarle esto al pediatra.
