domingo, 29 de septiembre de 2013

Cuidados del cordón umbilical del recién nacido

A la mayoría de padres, especialmente a los primerizos, les preocupa cómo curar el cordón umbilical del recién nacido.

Cuando nace el bebé se le corta el cordón umbilical que le unía a la placenta y se le coloca una pinza para evitar que sangre.

El tiempo que tarda en secarse y caerse el resto del cordón umbilical; tarda entre 10 y 21 días después del nacimiento, el muñón se secará por completo y se caerá, quedando una pequeña herida que podría tardar algunos días en cicatrizarse. 

Aunque existe la creencia de que no se puede bañar al bebé hasta que se le haya desprendido el cordón, esto no es cierto. Si bien se puede limpiar al bebé como en el lavado del gato, con esponja y sin necesidad de sumergirlo en una bañera, no hay problema con mojar el cordón siempre que luego se seque minuciosamente la zona del ombligo.

Es importante procurar mantenerlo siempre limpio y seco para favorecer la caída y prevenir infecciones, ya que el muñón puede convertirse en un foco de infección del cuerpo del bebé.

Si una vez se le caiga el cordón a tu bebé notas que se le sale el ombligo para fuera al hacer un esfuerzo; por ejemplo cuando llora, es posible que tenga una hernia umbilical consulta al pediatra para que lo examine y te dé su opinión.

Con respecto al uso de productos para la limpieza del ombligo del bebé hay diversas opiniones. Hay pediatras que recomiendan solamente mantenerlo limpio y seco, que con ello es suficiente;  mientras que otros sugieren utilizar antisépticos dos veces al día.


El producto más extendido para curar el cordón umbilical, por accesible y barato, es el alcohol de 70 grados. El alcohol normal es de 90 grados, pero se recomienda el de 70 por ser más suave para la delicada piel del bebé. Se debe envolver el cordón en una gasa estéril embebida en alcohol. Mejor gasa que algodón pues éste puede dejar restos pegados y nunca aplicar el alcohol directamente sobre la piel del bebé.

Al colocar el pañal procura que el cordón y la pinza queden cubiertas para evitar que pudiera engancharse con la ropa o al levantar al bebé.

Debe dejarse que el cordón se caiga por sí solo, nunca tironearlo por más que esté sujeto de un hilo muy fino y creamos que está a punto de caer.

Una vez que el cordón se ha caído se debe seguir limpiando la zona hasta que esté completamente seco.

Si bien es normal que se produzca un leve sangrado del cordón umbilical del recién nacido los primeros días y luego cuando se cae, debemos vigilarlo pues hay ciertos signos que pueden indicarnos que algo no va bien.

Un pequeño sangrado puede deberse al roce del pañal, pero no es normal, por ejemplo, un sangrado activo que empape la gasa. Una hemorragia, pus e hinchazón en la zona del ombligo son motivo de consulta con el pediatra.

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