La hora del baño de un bebé debe ser un momento de placer tanto para ellos como para los padres. Este debe darse en un ambiente cerrado sin corriente de aire. El bebé debe ser tratado con mucha delicadeza, y mucho amor. Nunca dejes sólo a tu bebé .
1. Lo primero que tienes que hacer es, reune todos los artículos necesarios para el baño.
2. Llena la bañera con 5 ó 7 centímetros de agua templada, pero no caliente, a una temperatura aproximada de 90 grados Fahrenheit (32 grados centígrados).
3. LLeva al bebé al lugar vas a bañarlo y desvístelo por completo.
4. El bebé necesita sentirse seguro; Para ello sumerge poco a poco al bebé en el agua, usando una de tus manos para sostener su cuello y cabecita. A ratos, vierte un poco de agua con una taza de plástico sobre su cuerpo para que no se enfríe. Sujétalo firmemente al bebé, porque el cuerpecito enjabonado de un bebé es muy resbaladizo.
5. Usa muy poco jabón ya que puede resecarle la piel y lávale el cuerpo con tu propia mano o una toallita, rociándolo de arriba a abajo y de adelante hacia atrás. Lávale el cuero cabelludo con una toallita mojada y enjabonada. Usa una bolita de algodón mojada para limpiarle los ojitos y la cara. Lava normalmente el área genital del bebé, no requiere un lavado más a fondo que el resto. Si en las comisuras de los ojos o en la nariz se ha acumulado algún moquito o alguna secreción reseca, mójalo varias veces con la punta de una toalla para que se ablande antes de limpiarlo.
6. Enjuaga completamente al bebé ayudándote con una toallita limpia.
7. Terminado el baño, sáquelo delicadamente de la bañera y envuelve a tu pequeñín en una toalla con capucha y sécalo con suavidad, sin frotarle la piel. Si tiene la piel reseca o un poquito de irritación en la zona del pañal, puedes untarle una loción hidratante para bebés.
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