lunes, 18 de enero de 2016

Cómo cuidar al bebé en verano



El niño se sentirá a gusto con una temperatura ambiental de 20 o 22º C. En lugares calurosos, la casa se puede refrescar con aire acondicionado.

No hay que poner al bebé debajo del aparato encendido de aire acondicionado por la noche en la habitación donde descansa el pequeño. Para evitar la sequedad extrema que produce este sistema de refrigeración se debe ventilar la casa y, si es necesario, encender el humidificador a ratos. De lo contrario, el aire seco irritará las vías respiratorias del niño.

Pasear un cuarto de hora al aire libre proporciona al bebé toda la vitamina D que su cuerpo necesita para evitar el raquitismo.

Los mejores momentos para estar al aire libre son por la mañana temprano o al atardecer, cuando el calor y la intensidad de las radiaciones solares van declinando.
Aunque la temperatura sea suave, el niño debe ir protegido por una sombrilla y una gorra con visera o un sombrero de ala.


El bebé tiene la piel muy sensible, una exposición aunque sea breve puede producirle una quemadura de primer grado.

En los primeros seis meses está contraindicado proteger su piel con crema solar por el riesgo de alergia, a partir de esta edad no debe salir a la calle sin una crema infantil con factor alto.


En verano hay que ofrecer agua al bebé entre las tomas; si la rechaza, no se debe insistir porque es señal de que no la necesita. Los bebés alimentados al pecho suelen tomar menos agua que los alimentados con biberón, pero, cuidado, pueden pedirla en ambientes muy calurosos.


Durante los desplazamientos en coche es aconsejable ventilar el interior del vehículo abriendo de vez en cuando las ventanillas y hacer paradas de descanso en áreas con sombra. Como el aire acondicionado reseca las mucosas de las vías aéreas, hay que tener la precaución de desconectarlo a ratos y ofrecer agua al niño.
Nunca se debe dejar al bebé dentro del coche, aunque esté a la sombra y sea por un breve espacio de tiempo. En los últimos años se han producido varias muertes de niños pequeños en el interior de un coche por golpe de calor o deshidratación.

Por úlitmo, un consejo para los padres. Disfruten de sus bebés y permítanles a ellos disfrutar de ustedes. Por lo general, el ritmo frenético de la vida cotidiana desciende en verano y las familias suelen tomarse unos días de vacaciones. Ya sea para hacer un viaje o no, aprovechen a pleno las buenas condiciones que ofrece el verano para pasar tiempo de calidad con sus hijos y recuperar el tiempo perdido a lo largo del año.


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