Como es normal y desde hace generaciones, los padres criamos a los niños guiados por nuestro instinto. El doctor Eduard Estivill en su último libro, Pediatría con sentido común, , aconseja a los padres cómo hacer las cosas de otra manera, con una visión diferente y desde el principio. El doctor Estivill sienta las bases de la crianza y de la educación desde los primeros días de vida del recién nacido.
Evidentemente, la formación de la inteligencia emocional empieza desde el primer día que nace un niño. Nosotros recomendamos que después de darle de mamar lo mantengamos 10-20 minutos en posición vertical delante nuestro, no hace falta ponerlo en el hombro y darle esos golpes que le damos para que saque el aire, porque es un ser muy pequeñito y los golpes, a veces, son demasiado exagerados.
Simplemente colocando al bebé de pie, enfrente, conseguimos que el niño saque el aire, pero es muy importante entender que ninguna mamá o papá con un niño delante durante 20 minutos no le diga nada, con lo cual ya empezamos a transmitir esta educación emocional, esta forma de sonreír, la forma gestua, lo transmitimos desde que nace.
Esto es muy importante, tenemos que abrazar a los niños, tenemos que jugar con ellos, tenemos que tener contacto físico muy intenso, que esto no tiene nada que ver con enseñar unas buenas normas. Los besos no son incompatibles con que un niño sea bien educado.
Fuente : Guiainfantil.com
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