Quiero compartir con ustedes este contenido que publica babycenter, en su página, una información de suma importancia; que todos los padres deberían de tener muy en cuenta para poder criar niños sanos físico y psicologicamente. Todo el tiempo se habla de poner límites a los hijos; pero ¿quien pone límites a las actitudes de los padres?.
Estoy muy de acuerdo con esto. ¡Los padres necesitan límites!
Como sociedad hemos aprendido que la ausencia de límites en la crianza puede tener consecuencias devastadoras en nuestros hijos.
Si los padres carecemos de límites, en su mayoría impartidos por nosotros mismos, ¿Cómo podemos criar con amor? ¿Cómo podemos ser unos adultos responsables? ¿Cómo podemos controlar nuestra conducta? ¿Cómo tendremos la osadía de usar NO con nuestros hijos si nosotros mismos no limitamos nuestras conductas negativas con un NO?
Los padres también necesitan límites. Los padres también necesitan un No, basta, eso no se hace, o cualquier otra frase que implementamos con los niños. Los padres necesitan establecer sus propios límites para no caer en una red de comportamientos destructivos que afectan la salud física y emocional de nuestros hijos.
Parece que se nos olvida que los niños son nuestros mejores maestros y ellos también están en su derecho de guiarnos. Parece que nos creemos más sabios, más mayores, más capaces.
Si a los niños no les dejamos hacer lo que les da la gana, ¿Por qué no aplicamos esa misma regla con nosotros? ¿Por qué vivir sin límites es una conducta aceptable en un adulto?
En el mundo he visto niños que se convierten en adultos violentos, bebés llorando y padres ignorándolos, niños desatendidos, chismes dañinos que hablan de niños, comparaciones entre hijos, padres que hacen lo que piden a sus hijos que no hagan, estereotipos, castigos y premios por doquier; una falta de conciencia increíble.
¿Cuál es nuestro límite?
Para establecer límites en otra persona, debes conocer los tuyos primero. Aquí mencionamos algunas reglas que puedes tomar en cuenta:
No ignorar el llanto de un niño.- Todo llanto tiene un motivo razonable, no un fin macabro.
Elegir la calma.- Antes de gritar o hacer algo que cause arrepentimiento, entiende que eres capaz de respirar profundo.¿ acaso tus hijos no merecen ese respiro para que pienses mejor que hacer.?
Usar la voz como herramienta de amor, no de frustración.- Con bebés es especialmente importante entender que si gritas que no te muerda, se va a asustar. Si le hablas suave diciendo que duele y con cara seria, tiene mejores probabilidades de entender y dejar de hacerlo por comprensión, no por miedo a escucharte gritar.
No causar daño físico ni emocional ; limitarnos a la firmeza, no a la agresión.
No a los castigos.-Si a explicar consecuencias de los actos, enseñar a asumir responsabilidades y permitir que arreglen la situación.
No a los elogios, ni premios excesivos, que crean narcisistas o chicos que se comportan bien solo para obtener regalos o halagos.
No hablar mal de los hijos con otras personas.- conversar con las amigas es una cosa, desprestigiarlos con insultos es una ridiculez.
No compararlo con otras personas o humillarlos.- ni a sus espaldas o en su presencia. Por ejemplo: mi hija mayor es inteligente, el menor se porta mejor, etc.
Limitar el uso de aparatos electrónicos.- Lo mejor que puedes regalarle a tu hijo es tu presencia. Guarda los aparatos cuando sean imprescindibles e interrumpan esa conexión con tus pequeños.
Adaptar tu vida al niño, no el niño a tu vida.- Si todo en la infancia de tu hijo gira en torno a un NO, (no corras, no subas, no bajes, no rompas, eso no se hace), es tiempo de adaptar el hogar y tu presencia a sus necesidades . Una salida al parque puede ser la solución a todos tus problemas.
Ponerse en sus zapatos antes de frustrarse. Los niños quieren explotar sin límites, los pequeños no conocen las consecuencias de sus actos o porque te causan tanta ira. Según su edad , demuéstrale o dile porque no debe hacerlo. Los límites razonables para él son aquellos que le pongan en peligro o lastimen a otros no absurdos como apurarse para hacer la tarea o caminar antes de tiempo.
En vez de negaciones, ofrece alternativas.- Si no puede saltar en la cama, ofrécele ir afuera a saltar juntos. En vez de escribir en las paredes; pintemos en papel, etc.
Cuida tu ejemplo.- Niño ve, niño hace. Si tu autocontrol, valores y educación no son las mejores, no esperes que tus límites hagan tu trabajo.
No decirle que es malo.- Las conductas pueden ser erróneas pero el niño no es el malo.
Para establecer límites en otra persona, debes conocer los tuyos primero. Aquí mencionamos algunas reglas que puedes tomar en cuenta:
No ignorar el llanto de un niño.- Todo llanto tiene un motivo razonable, no un fin macabro.
Elegir la calma.- Antes de gritar o hacer algo que cause arrepentimiento, entiende que eres capaz de respirar profundo.¿ acaso tus hijos no merecen ese respiro para que pienses mejor que hacer.?
Usar la voz como herramienta de amor, no de frustración.- Con bebés es especialmente importante entender que si gritas que no te muerda, se va a asustar. Si le hablas suave diciendo que duele y con cara seria, tiene mejores probabilidades de entender y dejar de hacerlo por comprensión, no por miedo a escucharte gritar.
No causar daño físico ni emocional ; limitarnos a la firmeza, no a la agresión.
No a los castigos.-Si a explicar consecuencias de los actos, enseñar a asumir responsabilidades y permitir que arreglen la situación.
No a los elogios, ni premios excesivos, que crean narcisistas o chicos que se comportan bien solo para obtener regalos o halagos.
No hablar mal de los hijos con otras personas.- conversar con las amigas es una cosa, desprestigiarlos con insultos es una ridiculez.
No compararlo con otras personas o humillarlos.- ni a sus espaldas o en su presencia. Por ejemplo: mi hija mayor es inteligente, el menor se porta mejor, etc.
Limitar el uso de aparatos electrónicos.- Lo mejor que puedes regalarle a tu hijo es tu presencia. Guarda los aparatos cuando sean imprescindibles e interrumpan esa conexión con tus pequeños.
Adaptar tu vida al niño, no el niño a tu vida.- Si todo en la infancia de tu hijo gira en torno a un NO, (no corras, no subas, no bajes, no rompas, eso no se hace), es tiempo de adaptar el hogar y tu presencia a sus necesidades . Una salida al parque puede ser la solución a todos tus problemas.
Ponerse en sus zapatos antes de frustrarse. Los niños quieren explotar sin límites, los pequeños no conocen las consecuencias de sus actos o porque te causan tanta ira. Según su edad , demuéstrale o dile porque no debe hacerlo. Los límites razonables para él son aquellos que le pongan en peligro o lastimen a otros no absurdos como apurarse para hacer la tarea o caminar antes de tiempo.
En vez de negaciones, ofrece alternativas.- Si no puede saltar en la cama, ofrécele ir afuera a saltar juntos. En vez de escribir en las paredes; pintemos en papel, etc.
Cuida tu ejemplo.- Niño ve, niño hace. Si tu autocontrol, valores y educación no son las mejores, no esperes que tus límites hagan tu trabajo.
No decirle que es malo.- Las conductas pueden ser erróneas pero el niño no es el malo.
Fuente: babycenter.
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