A pesar de que muchos niños afortunadamente se hacen mejores amigos de sus hermanos, es común que los hermanos peleen. También es común que pasen de adorarse a detestarse y viceversa.
¿Por qué chocan los hermanos?
Cuando el niño pequeño ya tiene dos o tres años empieza a darse cuenta de que los hermanos mayores tienen mas privilegios que él. Además que el hermano mayor ya no le gusta que su hermano pequeño le siga a todas partes, que le quite los juguetes, en fin. Es por ello que terminan discutiendo, empujándose, arañándose,, golpeándose, etc.
Puede ser que entre hermanos, hermanas, lleguen a chocar hasta grandes, toda sus vidas , por ello es mejor aceptar y ser comprensibles con ellos.
Enseñarles a respetarse el uno al otro, a respetar las cosas de cada quien, a resolver sus propios problemas,
Mediar en los conflictos fraternos no es algo fácil, pero con un poco de cuidado y mucha comprensión podrás navegar las situaciones, reducir los dolores de cabeza y mantener la paz y armonía del hogar.
Qué puedes hacer si tus hijos se pelean mucho?
Trata de no estimular la competencia. Jamás los compares. Mejor destaca los atributos de cada niño. Por ejemplo:"Fabricio, qué bien te has puesto las medias. Y Joaquínl, estoy orgullosa de que has pintado bonito". Siempre que puedas, halágalos a ambos a la vez: "Qué bien, hoy día terminaste toda la comida". etc.
No busques la igualdad por todos los medios. Cuando los padres, con la mejor intención, buscan tratar a sus hijos equitativamente, crean más problemas de los que resuelven.
Hay que tratar a cada uno individualizadamente en función de sus necesidades (no hay que darle el mismo número de cerezas a cada hermano, tenemos que darles las que necesitan para que no se queden con hambre)
No aceptes las acusaciones. No permitas que uno de ellos acuse a su hermano, simplemente dile que no te interesa lo que tenga que decirte de su hermano. por ejemplo dice mi hermana está comiendo dulces a escondidas, Pero si ella quiere decirte lo que ella está haciendo, escúchala con atención. Deja claro que no vas a aceptar que uno de los hermanos trate de crear problemas para el otro. Pero asegúrate de que entienden que esa regla tiene una excepción: si uno de los dos está en peligro de hacerse daño o de dañar a alguien, entonces sí necesitas saberlo inmediatamente.
Ejerce de árbitro y pon límites cuando sea necesario. En general, evita meterte en sus discusiones excepto para facilitar la comunicación. Puedes probar con: "Vuelvo en un minuto. Si para entonces no han aclarado cómo van a compartir el juguete, ninguno de los dos podrá jugar con él". Pero los niños más pequeños frecuentemente necesitan la presencia de un adulto para mantener la civilidad y guiarlos hacia una solución, especialmente si las emociones suben de tono y percibes que alguien va a empezar a llorar o a gritar. Si esto ocurre (y piensas que los niños ya son suficientemente maduros), intervén y escucha las dos partes. No dejes que ninguno interrumpa hasta que el otro e
Reconoce sus sentimientos. A veces, simplemente hablar sobre lo que sienten basta para acabar con una pelea. Si tu hija pequeña lleva toda la tarde tratando de arrebatarle a su hermano mayor una piedra que encontró en un parque, en vez de buscar una piedra del mismo color, habla con ella. Dile que comprendes cuánto le gusta la piedra de su hermano y cuánto la desea. Escucharla con respeto puede ahorrarte una expedición al parque para buscar otra piedra.
Además, la próxima vez que intente quitarle un juguete a su hermano, recuérdale que eso no está permitido, y luego explícale que comprendes por qué quiere ese juguete y que entiendes lo difícil que es esperar.
Enséñale a preguntar si puede jugar después que su hermano mayor acabe de hacerlo.
Fija límites sobre los objetos personales. No esperes milagros, pero muchos conflictos pueden evitarse designando un lugar especial para los objetos personales de cada uno: por ejemplo, un estante para cada uno. Diles que antes de tocar algo del estante de su hermano, tienen que pedir permiso. Ayúdalos a elaborar rótulos con sus nombres y señales como NO TOCAR, o PRIMERO PEDIR PERMISO.
Al pequeño seguro que le entusiasma tener su propio estante, y eso lo va a hacer ser más respetuoso con el espacio personal de su hermano mayor. Si los niños tienen edades muy parecidas, una manera de evitar conflictos es comprarles juguetes idénticos siempre que sea posible.
Divide y vencerás. Los hermanos tienden a pasar por fases en las que son los mejores amigos y fases en que son rivales encarnizados.
Cuando la familia pasa por una fase de “guerra”, hacer parejas de hermano/progenitor, puede aliviar la tensión. Uno de los niños tiene un “Día con mamá” y el otro, un “Día con papá”. Si no tienes compañero/a, pide a un amigo/a o pariente que te ayude a darles a los niños su propio espacio.
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