Conocer a alguien especial, volverse cercarnos, empezar a descubrir cualidades sorprendentes el uno en el otro y finalmente, enamorarse. El amor, un Sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común.
Todos iniciamos un amor de pareja con la esperanza de que dure toda la vida, pero no todos lo logran. ¿Por qué unos si y otros no?. veamos porque:
1. Una historia de vínculo familiar favorable: Las personas que en su infancia tuvieron una relación sana con sus padres (hayan sido estos casados o divorciados) son buenos candidatos para construir una relación estable.
Lamentablemente, hay personas que no tienen la capacidad para construir relaciones duraderas, pues no aprendieron a establecer vínculos afectivos ni compromisos emocionales. Son personas que pudieron haber pasado por abuso, violencia, abandono, desvalorización, etc. La persona podría repetir en cada pareja su historia de la infancia. Por eso es tan importante crear un ambiente que favorezca relaciones afectivas sanas en los hijos para que en su adultez no perciban a su pareja como un potencial enemigo.
2. Elegir la pareja correcta: La elección de la pareja es uno de los momentos más cruciales para la futura estabilidad de la relación. Si seleccionamos una pareja en base a nuestras necesidades o heridas emocionales, por ejemplo, para llenar un vacío, para que nos protejan o para continuar un ciclo de abandono o abuso, entonces estaremos firmando de antemano el final de ese amor o al menos garantizando el sufrimiento.
También es importante acabar con el mito de que los polos opuestos se atraen. Las parejas con más éxito son aquellas que tienen más cosas en común, que son compatibles, que pueden compartir actividades que ambos disfrutan plenamente, como cocinar, bailar, ver películas, paseos al aire libre, escuchar música, etc.
Si el hombre y la mujer tienen pocas cosas en común que disfrutar, la interacción diaria se hará cuesta arriba y el amor pronto morirá.
3. Hacer los ajustes necesarios: Para construir una relación duradera es clave ajustarse a todas las novedades que pueden ocurrir en una relación: enfermedades, hijos, embarazos, muertes de familiares, cambios de trabajo, etc.
Una alta dosis de flexibilidad, amor y aceptación le dará un toque milagroso a la relación. Sin olvidar que en algunos momentos tocará renunciar a algo temporalmente, o de lo contrario el amor peligrará.
4. Construir el amor de todos los días: El amor es un sentimiento dinámico que comienza con las mariposas en el estómago pero no termina ahí. Requiere de la decisión de continuar juntos, requiere de un compromiso de permanecer, de perdonar, de negociar, de seguir amando. En ese compromiso de seguir a su lado está el redescubrir al otro todos los días, está el ver el amor en cada cambio, está el tomarse de la mano en las subidas y las bajadas, está en quedarse porque ese amor, definitivamente, lo vale.
La vida en pareja no es fácil, requiere de ajustes constantes, de flexibilidad, aceptación, compromiso y paciencia. Si la relación no funciona, hay que tener la valentía para dejarla atrás y emprender un camino nuevo y distinto.
En efecto, el amor es una decisión, una unión de voluntades y una actitud continua. En el matrimonio, significa convivir con una persona que es diferente a ti, lo cual va a costar, pues para que dos piezas diferentes calcen perfectamente, han de amoldarse. Tener en cuenta esta realidad y asimilarla, cambiará nuestra perspectiva del amor y nos hará entender que el amor está incluso cuando nos sentimos desilusionados, tristes o enojados. Así, los esposos seguirán enamorados siempre que renueven las atenciones que se prestaban al comienzo; pues ¿cómo dos esposos pueden vivir indiferentes uno del otro?
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