- Leche materna: alrededor de 4 a 6 veces al día. O bien leche de fórmula: alrededor de 4 a 5 biberones de 6 a 8 onzas (178 a 237 ml) al día. Además de:
- Cereales fortificados con hierro (de arroz, cebada o avena).
- Frutas en papillas o trituradas como banana, pera, durazno o melocotón o puré de manzana.
- Verduras en papillas o trituradas como aguacate, zanahorias bien cocidas, zapallo calabaza o camote (boniato).
- Carne en puré (pollo, puerco o carne de res).
- Requesón o queso de soya.
- Legumbres en puré como arveja y lentejas. También distintos tipos de frijoles como los negros, rojos, de ojo negro, haba.
- Entre 3 y 9 cucharadas de cereal al día, en 2 ó 3 comidas.
- Tanto con las frutas como con las verduras, puedes empezar con cantidades pequeñas, como una cucharadita, e ir aumentando la cantidad gradualmente hasta darle entre 1/4 y 1/2 taza de fruta y de verdura cada día, en 2 ó 3 comidas.
Es muy importante no sobrealimentar a tu pequeño. Ten presente que tu bebé, él solito, determinará cuándo esté satisfecho o lleno. Es decir, su pequeño estómago determinará la cantidad de alimentos que necesita. Además, y para tu tranquilidad, las visitas periódicas al pediatra te podrán confirmar si tu bebé está creciendo adecuadamente.
Fuente: Babycenter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario